Posada de los Aceiteros - Ahigal de los Aceiteros, Salamanca

Raquel G.

Hemos estado mi marido y yo este fin de semana. Nos ha sorprendido gratamente. La casa es preciosa, súper limpia y cuidada. El desayuno muy completo. La comida riquísima y a muy buen precio. Los propietarios un encanto, nos han asesorado con los sitios principales que visitar. Desde luego un sitio ideal para pasar unos días

anabel M.

Solo puedo decir que tenéis que ir. Recomendable 100 x 100.
Calidad , precio, atención inmejorable.
Habitación grande, cama muy cómoda, decoración de museo vintage y lo mejor de todo la comida....estupenda .

David A.

Hemos pasado 4 días en este alojamiento (2 adultos y 2 niños) a primeros de diciembre.

Hemos desayunado y cenado allí mientras por el día hacíamos excursiones por la zona.

No puedo más que dar fe de lo que dicen la mayoría de los comentarios:

el desayuno correcto y variado dentro de que no es un buffet ni se pretende: tostadas con tomate o mermelada, fruta cortada, algo de bollería, embutidos de calidad, zumo natural de naranja y café o Colacao.

La cena para mi fue de lo mejor: tienen variedad en carnes y pescados, además de entrantes. Para los niños puedes pedir lasaña de ternera, tortilla francesa con algún añadido, tostas, tortilla de patatas cuando hay, etc. Para los mayores solomillo, secreto, entrecot, rabo de toro, cabrito, pulpo a la parrilla, sepia, bacalao o merluza. También te recomiendan vinos de la zona según gustos.

El desayuno y la cena se hacen en un comedor aparte del bar que tiene anexo el hotel. Además tiene esta de leña que te encienden para estar más calentitos.

Las habitaciones son amplias y están limpias. El suelo es de madera y puede sonar un poco dado que es antiguo. La decoración está enfocada a muebles acordes al tipo de alojamiento: muebles de madera antiguos, butacas, etc. Techos con vigas de madera o con escayola decoradas. Baños algo más modernos en muebles, con toallas para todos, incluidos los niños (que en otros sitios suelen ser olvidados), agua bastante caliente y secador de verdad, no los típicos de hotel anclados a pared. Calefacción por radiadores eléctricos (1 en baño y otro en habitación) que en nuestro caso incluso nos sobraba porque no hizo mucho frío.

El dueño, encantador. Sin ser nosotros especialmente extrovertidos, charló con nosotros y con los niños y sabe cuando apetece y cuando es mejor retirarse. No intenta venderte más platos para ganar más dinero sino que te aconseja y eliges libremente. Nos chocó un poco el no tener una carta en papel con los precios y nos hicimos una idea de lo que nos podía costar (no, no preguntamos el precio y nos a arriesgamos). La sorpresa fue que nos costó bastante menos de lo esperado.

Si quieres conocer la zona, el dueño te da unos consejos bastante acertados en cuanto a cosas que puedes ver y en que orden y acierta en cuanto a duración y lo que merece la pena.

Recomendamos estar al menos 2 días enteros para ver lo imprescindible. Cosas interesantes pueden ser: castillo de San felices de los gallegos, crucero fluvial del Duero (varias opciones), pozo de los humos, mirador del fraile, picón del moro, mirador del salto del Saucelle, miradouro de Penedo Durao, Camino del hierro, Castro de Yecla de Yeltes, etc etc.

Ricardo G.

Una posada con mucho encanto y una cocina que ya quisieran para sí grandes restaurantes. El hotel en cuestión está organizado en consonancia a las edificaciones del entorno con habitaciones dispuestas en diferentes alturas. No dispone de ascensor por su misma naturaleza de construcción. Habitación enorme y muy limpia con muebles y decoración muy acertada, el baño muy grande con una gran ducha.. El personal de la posada siempre atento a que no falte nada y te encuentres cómodo. Un desayuno muy completo y equilibrado con productos de calidad. Está muy fácil llegar. Para mí fue una gran sorpresa y un acierto. Mi enhorabuena.

tomas U.

Sitio confortable y hospitalario a más no poder, ahora sí, cruje el suelo que da miedo, parece que se va a caer la posada entera, me imagino que será por que tiene vigas de madera. No obstante nos hemos sentido muy a gusto y la atención de los dueños es maravillosa. El entorno es precioso

MEL S.

Todo muy bien. Recomiendo cenar también en el resturante. Muy buena calidad. El desayuno estupendo con jugo de naranja.
Estilo rústico muy bonito. Ubicación perfecta para el camino de hierro. También hay dos rutas interesantes y facilitas, que parten del pueblo.

Teodoro G.

En el pequeño pueblo de Ahigal, se encuentra este encantador restaurante. Lo regenta Manuel y familia, que no pueden ser más amables y atentos de lo que son. Tiene un comedor limpísimo, cómodo y decorado acorde al entorno. La comida está bien elaborada y presentada. La carta algo corta en pescados, pero que tampoco se echan de menos. Si compartes entrantes, te los traen en platos individualizados. Los postres caseros muy ricos. Y para rematar, Manuel, oriundo del pueblo, te aconsejará rutas y lugares que debes visitar. No se puede pedir más. Os recomiendo que os paséis y lo disfrutéis.

Rebeca S.

Hemos estado dos adultos y dos niños en el puente de diciembre. Sitio recomendable, habitación muy amplia, todo muy limpio. Desayuno correcto, con fruta, zumo natural, pan y algo de dulce. Manuel, el dueño, es encantador, muy agradable y muy correcto. Sin duda es un sitio muy recomendable para alojarse y disfrutar de los Arribes.